Manteca de Karité, de la cabeza a los pies.

La manteca de karité es la solución.

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En esta entrada os vamos a hablar de cómo la manteca de karité puede ayudarte, de los pies a la cabeza. Y de regalo un truquito extra. ¿No te lo crees? Pues sólo tienes que seguir leyendo.

Vas a encontrar la solución a esos problemas de cabello seco y quebradizo o talones agrietados. Sin duda, la manteca de karité debe ser un producto indispensable (#MustHave para #Itgirls). Y te lo vamos a demostrar con estos sencillos tratamientos. Eso sí, debes tener tu manteca de karité siempre a mano, la nuestra es ecológica.

Por el principio.

Os hemos hablado en varios ocasiones de este excepcional producto, entre otros sitios, aquí. Pero te refrescamos la memoria en un momento.

La manteca de karité es un aceite vegetal que se obtiene del fruto del árbol de karité o árbol de mantequilla. Su textura a temperatura ambiente en forma de crema o manteca, pero al recibir calor (por encima de los 26/28 grados) se convierte en aceite.

Es un producto totalmente natural que hidrata y nutre la piel, estimulando sus defensas naturales. A grandes rasgos, y para que tengáis claras sus características, os las resumimos en estos puntos:

  • Regeneradora
  • Hidratante
  • Calmante
  • Antibacteriana
  • Estimula el crecimiento celular
  • Antiinflamatoria
  • Factor de protección solar (ligero)

De la cabeza….

Ahora vamos directamente a explicarte los beneficios de la manteca de karité en el cabello. Os hablamos de los mejores aceites vegetales para el cabello, pero dejamos a parte la manteca de karité.

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Recuerda aclara el cabello con agua fria.

Es muy nutritiva y eso favorece a proteger los cabellos más castigados y secos. Pero también aporta protección solar, suave pero natural. Y ayuda a la lucha contra la caída del cabello, si le añades unas gotas de aceite esencial de romero «cerrarás el círculo».

Y para aplicar la mascarilla sólo deberás calentar la manteca al baño maría o frotando un poco de producto con las manos. Dedica tiempo a las partes más dañadas del cabello, evitando llegar al cuero cabelludo. Si llegas no pasa nada, pero si no lo haces evitarás engrasarlo en exceso.

Lo puedes tener todo el día en el cabello, verás que es como si tuvieras el pelo engominado. Puedes aplicarla por la noche y envolver el cabello a la hora de acostarte para no manchar la almohada. Como tengas costumbre aplicarte las mascarillas capilares, no hay secretos.

Mientras más tiempo la mantengas mejor. Y para retirarla sólo debes lavarte el pelo las veces que sean necesarias, igual pueden ser dos o tres. Recuerda no utilizar agua caliente en el enjuague (dentro de lo que sea posible, por lo del invierno y eso..).

Si te queda algún resto en el cabello no te preocupes, seguirá nutriendo tu cabello.

A los pies… 

Se acabaron los problemas de talones agrietados. Puedes utilizar la manteca de karité acompañando a tu baño de pies, deshaciendo una pequeña cantidad en el agua caliente que utilices.

Y también puedes utilizarla a modo de crema. Recuerda que está indicada para pieles secas, si eres de piel grasa no abuses del producto.

Aplícala a diario sobre talones y codos. Obtendrás resultados desde el primer día.

Manteca de karité y aceites esenciales.

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Todos nuestros aceites esenciales son ecológicos.

Este consejito es de regalo. Si vas a utilizar la manteca para nutrir e hidratar tu cuerpo, puedes añadir unas gotas de aceites esenciales para reforzar sus propiedades. Dependiendo del tipo de piel deberías añadir los siguientes aceites:

Para pieles secas: En el mismo recipiente donde compraste la manteca de karité añade aceite esencial de nerolí y aceite esencial de lavanda

Para pieles grasas: Si tienes piel grasa o acné puedes realizar la misma operación. Pero ahora utiliza aceites esenciales que te ayuden a regular la producción de grasa. AE de árbol del té, AE de manzanilla y AE de geranio sería nuestra recomendación. Puedes tonificar antes la piel con agua de rosas.

Para pieles sensibles: Sin duda, los aceites recomendados serían el de manzanilla y el de lavanda. Te beneficiarás del poder calmante de estos dos estupendos aceites esenciales.

La proporción dependerá de la cantidad de producto,  pero 30/40 gotas del conjunto de AE en un recipiente de 200 mg sería lo adecuado. 

Otra solución es…

La manteca botánica de Karité, con Caléndula y Camomila. Puedes ver esta maravilla aquí.

 

Y hasta aquí llegamos con nuestro artículo. Truquitos sencillos de aplicar, rápidos y sin mucha «cocina». No nos queremos despedir sin recordarte que para convertir la manteca en aceite debes llevarla a los 28 grados centígrados.

Para ello NUNCA calientes la manteca (o el aceite de coco, que también solidifica a baja temperatura) al microondas o en el fuego. Deberás calentar los aceites al baño maría, removiendo el producto y aplicando el menor calor posible, para que no pierda sus propiedades.

Nada más por hoy, esperamos que os haya gustado y para todo lo demás… ¡Nos olemos en Caléndula!

Nos hemos ayudado en Vidanaturalia.com para realizar este artículo. Gracias.

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