No testado en animales (Cruelty-free)

Producto no testado en animales.

animanaturalis

Busca en tus productos el término «No testado en animales».

Habrás escuchado muchas veces que un producto (cosmético en nuestro caso) no ha sido testado en animales, pero queremos informaros de la importancia que tiene fomentar el uso de estos productos. ¿Te vienes?

A pesar de la Directiva 2003/15/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE aplicada desde marzo de 2013, en el campo cosmético o en otras áreas de experimentación, sigue habiendo laboratorios que experimentan en animales. A este proceso se le llama Vivisección.

La Vivisección es un método de investigación que permite el uso de animales vivos para el desarrollo del conocimiento biomédico. Por imperativo legal, cualquier nueva substancia o medicamento debe ser probado con animales antes de ser puesto a disposición del mercado.

La Vivisección es legal pero nada ética. Antes de la entrada en vigor de la citada Directiva 1003/15 CE, se exigía a los laboratorios que vendían sus productos en Europa, a verificar resultados y efectos secundarios, testando en animales. 

Hasta hace muy poco tiempo, la ley imponía efectuar pruebas sobre animales por los enormes intereses económicos y profesionales relacionados, que van más allá del comercio de animales. La experimentación animal representa el medio ideal para iniciar una carrera y publicar artículos en revistas científicas. Sobre todo, es muy útil a la hora de proporcionar a los industriales la respuesta más favorable a sus intereses. Proporciona a los fabricantes una coartada para pasar cuanto antes a los ensayos clínicos en personas y alimentar la afirmación según la cual «no hay peligro», pues «todas las pruebas sobre animales han sido ya efectuadas».

Al mismo tiempo permite, en caso de catástrofe farmacológica, parapetarse en que las pruebas sobre animales no siempre son predictivas, lo que deja la puerta abierta a que las empresas sorteen sus obligaciones ligadas al principio de responsabilidad y al pago por daños e intereses menoscabados. Todo son «beneficios»…

Algunos ejemplos.

Aquí van algunos ejemplos de pruebas realizadas en animales antes de sacar el producto al mercado, para asegurar las propiedades hipoalergénicas de los productos para el uso humano… o eso dicen.

-La espuma de afeitar se inyecta a presión en el estómago de los animales.

-La laca para el pelo se le hace inhalar hasta que el animal queda en coma.

-Obligan a ingerir champú y/o dentífricos a conejos, ratas y cobayas.

-El champú también se inyecta en concentrado en los ojos de los conejos. Al igual que hacen con las máscaras de pestañas y sombras de ojos, se introducen en los ojos de los conejos hasta conseguir la ceguera total.

-Las cremas solares son probadas en las pieles afeitadas de conejos, y se les expone a rayos ultravioleta hasta que se producen quemaduras.

En definitiva,  los animales pueden ser privados de comida, agua o sueño, se les pueden aplicar irritantes en la piel y ojos, son sujetos a estrés psicológico, son expresamente infectados con enfermedades, se les daña su cerebro, son paralizados, mutilados quirúrgicamente, irradiados, quemados, alimentados a la fuerza y electrocutados. Y todo esto en pleno siglo XXI, en animales vivos y sin anestesia.

Me es igual dónde tortures al animal.

En Europa debemos celebrar que son hechos del pasado, pero en países como China se siguen exigiendo estas pruebas y grandes corporaciones como Procter & Gamble, Unilever o Johnson & Johnson realizan testeos en el producto final o los encargan a laboratorios externos. Otras veces ya han sido testados los ingredientes que componen sus productos.

Y recientemente se da el caso de marcas que hasta la fecha no experimentaban en animales y han comenzado a hacerlo para entrar en el mercado chino. Es el caso de Yves Rocher, una marca “cruelty-free” hasta el momento que se ha cambiado de bando para introducir sus productos en el mercado asiático. Y como ellos muchas firmas más.

Nos dicen que ningún producto suyo que se venda en la UE ha sido testado en animales, y es cierto… Pero para hacerlo en otros países sí lo hacen. ¿Dónde está el mérito? 

Y nos podemos preguntar qué sería de nosotros, de la Ciencia, de la Humanidad, si no hubiésemos experimentado con animales. Y es verdad, cuando no se conocían  otros métodos era imprescindible la experimentación previa en animales: conejos, cobayas, ratones, etc. Pero hoy en día existen numerosos métodos como los cultivos de células, tejidos y órganos, estudios epidemiológicos, estudios con voluntarios humanos entre otros muchos, que pueden evitar el sufrimiento animal.

¿Cómo identificar productos no testados en animales?

Si el producto que vas a comprar es certificado puedes encontrar la leyenda «No tested on animals», «No testado en animales», dependiendo del sello que lo certifique. También podemos encontrar otro tipo de logos que identifiquen el producto  Cruelty-free.

Algunos datos.

-Se calcula que en el mundo existen alrededor de 300 millones de animales sacrificados al año en los laboratorios de investigación, pero es muy difícil disponer de datos precisos u obtener grabaciones o imágenes, pues todo acontece en un clima de secretismo, en laboratorios a puerta cerrada y de difícil acceso. Otras fuentes hablan de 110 y hasta 500 millones de animales al año. Las cifras son espectaculares, se hable de 100 o 300 millones de animales.

-Alrededor del 60% de los animales son usados para la farmacología, repartiéndose el resto en investigación médica, pruebas sobre cosméticos, investigación de enfermedades psíquicas, investigación militar y enseñanza. 

-Las pruebas de toxicidad están presentes en todas estas categorías y representan alrededor del 75% de todos los experimentos sobre animales. 

-El 60 % de estos experimentos se efectúan en laboratorios privados, el 33 % en las escuelas de medicina y en las universidades, mientras el resto se hace en organismos públicos.

-La mayoría de animales utilizados en laboratorios son conejos blancos, ratas, ratones y cobayas, debido a su fácil manejo, a su rápida cría y a su barata  manutención. Otras especies utilizadas son gatos, perros, peces, aves, primates y animales de granja.

 

En cuanto a las marcas que experimentan en animales, están en continuo movimiento. Como ya comentamos anteriormente, hay muchos laboratorios que no testaban y han vuelto a hacerlo para introducir sus productos en otros mercados. Aquí os dejamos un enlace donde os informan de cómo ayudar a los animales, no comprando sus productos. Te va a sorprender…

 

En Caléndula nos aseguramos que ninguno de los productos que os ofrecemos haya sido testado en animales. Para ello confiamos en laboratorios que nos ofrecen una total seguridad en ese sentido, así como en los resultados del producto.

No nos entra en la cabeza que en pleno siglo XXI, con todos los adelantos que tenemos a nuestro alcance, existan países que exijan el sufrimiento en otros seres vivos para asegurar (que no lo hacen) resultados o demostrar efectos secundarios.

Para realizar este artículo hemos omitido imágenes desagradables y nos hemos ayudado en fuentes fiables como pacma.es,  animanaturalis.org, stopvivisection.eu y en otros blogs como lminasdevida.blogspot o myredlips.es. Desde aquí nuestro agradecimiento más sincero.

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