Celulitis: Causas, tipos y prevención.

¿Qué es la Celulitis?

Celulitis o Piel de Naranja

La Celulitis o «Piel de Naranja» es la formación de depósitos de grasa debajo de la piel que, al aumentar de tamaño, empujan hacia arriba ocasionando un aspecto rugoso a la epidermis. Aparece en la zona del abdomen, muslos o glúteos. La padecen la inmensa mayoría de las mujeres y no entiende de peso, altura o edad; más bien son factores hormonales (con la aparición de los estrógenos en la pubertad) y otros malos hábitos.

Causas.

Como ya hemos dicho, no hay una causa que vaya desligada de otros factores, no es exclusiva de personas con sobrepeso, tiene que ver con factores hormonales, hereditarios (hay personas más predispuestas a padecerla), una dieta desequilibrada, vida sedentaria o incluso la falta de sueño.

No descartamos otros factores como pueden ser el estrés (la adrenalina favorece la acumulación de grasas), problemas familiares o de trabajo que pueden modificar la circulación sanguínea, el consumo de tabaco, o café (que favorece la deshidratación de la piel), tomar baños demasiado calientes, algunos fármacos como los corticoides o incluso llevar la ropa demasiado apretada.

Tipos de Celulitis.

Los nódulos de grasa de la Hipodermis empujan hacia arriba, dando el aspecto de «piel de naranja» a la Epidermis.

Antes de saber qué tratamiento es el idóneo, deberemos identificar el tipo de Celulitis que sufrimos. Las podemos dividir en 3 tipos: Edematosa o acuosa, Blanda o adiposa, y Celulitis Compacta o Dura. Vamos a saber algo más de ellas.

Celulitis Edematosa o Acuosa:

Se suele localizar en las piernas y no es dolorosa ni se asocia a flacidez. Se caracteriza por una retención de líquidos y por presentar «piel de naranja». No se observa a simple vista, es necesario comprimir la piel. Este tipo de celulitis la padecen sobre todo las mujeres adolescentes.

Celulitis Blanda o Adiposa:

Es frecuente en personas que no realizan mucha actividad física. En este tipo de celulitis, las células adiposas se organizan en racimos. Cuando consumimos grasas en exceso, estos adipocitos se vuelven mayores, engordan y empujan la piel hacia arriba, formando pequeños bultos. Es la famosa piel de naranja que evoluciona hacia una celulitis adiposa. Esta aparece por lo general sobre las caderas, los glúteos y el vientre. Suele ser blanda, no dolorosa al tacto y se aprecia a simple vista.

Celulitis Dura o Fibrosa:

Es el tipo más grave de celulitis. Las fibras de colágeno que envuelven los adipocitos pueden volverse rígidas, perturbar el reparto de células grasas y provocar una celulitis fibrosa. Aparece principalmente a nivel de las rodillas y de los muslos. Se trata de una celulitis dura y dolorosa al pinzar la piel, que suele tornarse de tono violáceo. 

Formas de combatirla.

Para combatir la celulitis hay dos factores importantísimos que hay que tener en cuenta: el ejercicio físico y la alimentación.

Empecemos por una alimentación equilibrada. Se debe comer abundantes alimentos frescos y ricos en fibras. No se debe abusar de los alimentos demasiado grasos. Beber mucha agua (entre 1,5 litros y 2 litros al día), y sobretodo dejar de lado el alcohol y el café.

Debes elegir una ropa cómoda para que tu piel pueda respirar. A pesar de que la moda no siempre se adecua a esto, el hecho de llevar ropa estrecha impide que la piel respire correctamente.

Conviene hacer ejercicio a diario. Si no te gusta el deporte, se puede reemplazar por caminar 30 minutos todos los días. La actividad física influye positivamente en la tonificación muscular y sobre la circulación sanguínea.

La clave para reducir la celulitis está en tus manos, pero ¡ojo! No te obsesiones, no será bueno ni para tu cuerpo ni para tu mente. ¡Tú ya eres perfecta!

Automasaje anticelulítico.

Antes de nada daremos un pequeño masaje con un guante de crin o lufa para activar la circulación sanguínea y linfática. A continuación comenzamos a trabajar de abajo hacia arriba, siempre yendo hacia el corazón. Por lo tanto, al comenzar por la parte superior de las piernas, debemos hacer el masaje desde la rodilla hacia los muslos, amasando la piel. Los movimientos deben ser largos y lentos, y luego vamos subiendo hacia el estómago si tenemos celulitis allí también. Este masaje debe ser circular y suave alrededor del ombligo.

En el automasaje no sólo debemos utilizar las palmas de las manos, sino también los nudillos y las yemas de los dedos. Los movimientos deben ejercer presión pero no se debe sentir molestia, y pueden hacerse movimientos largos y también circulares. Por último, debemos hacer como pequeños pellizcos en la piel, amasando y estirándola entre el dedo índice y pulgar.

Aceite de masaje celulitisSi existe alguna zona con celulitis a la que no podemos llegar fácilmente con las manos, podemos utilizar un cepillo de cerdas naturales que cumplan la misma función estimulante.

Después de hablar con especialistas, nosotros incorporamos y recomendamos los aceites a la cremas, no por su efecto si no por el aspecto, las cremas tienden a alisar y dar finura a las zonas, haciendo que los pequeños bultos se aprecien más. Y optamos por el Aceite de masaje Celulitis. Además de reducir la celulitis, ayuda a estimular la circulación e hidrata la piel. Formulado a base de productos naturales y de cultivo ecológico.

Con estos productos naturales, los resultados son visibles a partir de la 2ª semana de tratamiento, aconsejando 2 masajes diarios.

Era una entrada a la que queríamos dedicar el espacio adecuado, nos quedamos cosas en el tintero pero no queremos extendernos más. Tan sólo una última recomendación, la más importante:

Un abrazo a todos y…¡Nos olemos en Caléndula!

Nos hemos apoyado en información encontrada en Farmacias Puig, Clínicas Diego de León, Vivirsalud.com. 

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