Los mosquitos me adoran.
«¿Qué ven los mosquitos en mí para que siempre me piquen?» Es la pregunta que muchos nos hacemos, y vamos a intentar dar una explicación a este jeroglífico.
Los mosquitos están entre los animales más mortíferos. No es debido a su picadura, si no a las enfermedades que puede transmitir: zika, dengue, chikungunya o la malaria. Aunque para quitarle dramatismo, que no importancia, la consecuencia más frecuente de la picada del mosquito es una pequeña erupción y un molesto picor. Si padecemos algún tipo de alergia, esas erupciones pueden ser de mayor tamaño.
La situación es conocida: noche de verano, calor sofocante y no puedes abrir la ventana por miedo a que entre un «maldito vampiro» a chuparte la sangre, ya podía chupar grasa… Si en la habitación hay 25 personas, las otras 24 pueden estar tranquilas, va a ir por ti… Y ahora nos podemos reír pero pasa así, y antes de «cenar» te vacila en la oreja para meterte más miedo. ¿Me equivoco?
Pero qué motivo hay para que piquen a unos más que otros. Vamos a descartar la leyenda de nuestras abuelas: Por tener la sangre dulce no es, pero vamos a daros posibles factores.
Factores que intervienen en la picada del mosquito.
En la mayoría interviene el mayor órgano de nuestro cuerpo: la piel. De los 346 componentes químicos que pueden producir olor en nuestra piel, 277 son susceptibles de atraer a diferentes tipos de mosquitos. Estos insectos tienen en sus antenas 74 receptores, capaces de captar diferentes compuestos químicos de nuestro sudor, resultando casi imposible librarse de su picada.
- Dióxido de Carbono. Es una de los principales señales que detectan los mosquitos, que relacionan el CO2 con la existencia de sangre fresca (literal), al exhalar CO2 se crean unas corrientes de pulsaciones que son detectadas por ellos. Por este motivo podemos englobar en este factor a aquellas personas que exhalen más dióxido de carbono, por los motivos que sean: embarazadas, personas con sobrepeso, adultos.
Las mujeres que se encuentran en la última etapa de su embarazo,
exhalan un 21% más de dióxido de carbono.
- Grupo sanguíneo. Diferentes estudios indican que el grupo sanguíneo preferido es el 0.
- Alcohol. Un pequeño estudio, realizado por la Universidad de Medicina y Farmacia Toyama (Japón), determinó que el aumento de etanol en el sudor de los participantes, tras beber cerveza, hacía que los mosquitos se acercaran más que en las pruebas previas al consumo de alcohol.
- Ácido láctico. Cuando hacemos ejercicio nuestro cuerpo produce ácido láctico, que sirve de fuente de energía para nuestros músculos. La liberación de ácido láctico, a través del sudor, conduce a los mosquitos hacia nosotros. Los deportistas, las personas altas y las embarazadas, de nuevo, son los más perjudicados en este sentido.
El ácido láctico es el principal compuesto que atrae a los mosquitos Aedes aegypti,
una especie que puede ser portador del virus del dengue y el de la fiebre amarilla.
- Ácido úrico. Ducharte poco y el fuerte olor a pies también atrae a los mosquitos. Debe ser a los únicos que les atrae ese olor.
El olor de pies atrae a los mosquitos, principalmente de la familia Anopheles gambiae. A estos les agrada el olor de un queso llamado Limburguer cheese, cuya bacteria implicada en su producción está emparentada con otra que habita en las extremidades inferiores.

Conclusión.
El principal factor por el que resultamos más atractivos a los mosquitos es nuestro olor corporal. El motivo está en las distintas combinaciones de bacterias que viven en la piel. Estas bacterias se encargan de convertir compuestos no volátiles en volátiles y olorosos. Es decir, sin la existencia de estos microorganismos, el sudor corporal sería neutro, no produciría el olor que expide cada individuo. Seríamos casi invisibles para nuestros «amigos».
El mosquito de la malaria (Anopheles gambiae), otro sobre los que más se ha investigado para frenar el desarrollo de esta enfermedad, es uno de los que más atraído se siente por el olor. Sin embargo, no suele picar a las personas que tengan un sudor fresco, es decir, que comenzasen a transpirar hace pocas horas, sino a aquellas que acumulen el sudor de uno o más días.
Remedios.
Ducharse por las noches antes de dormir es fundamental para prevenir las picaduras de estos mosquitos, además del uso de mosquiteros, sobre todo en las zonas tropicales y subtropicales.
Algunos de los remedios son los sprays de uso tópico que actúan como repelente; la citronella en spray o en aceite esencial; plantas como la salvia o la albahaca; el aceite esencial de eucalipto. Todos modifican nuestro olor corporal por otro menos atractivo para los mosquitos.
Existen enchufes y pulseras que emiten olor y su funcionamiento es similar al de los repelentes tópicos, pero tienen que estar colocados cerca de nosotros para que sean eficaces. Solo cubren una pequeña área a su alrededor,por lo que solo se protege la zona cercana a donde está colocada.
Incluso aplicaciones móviles que actúan, o eso dicen, como repelentes. Enchufes que emiten ultrasonidos, aunque los resultados no son muy eficaces ante diferentes tipos de insectos.
Otro de los remedios de los que se hablan, y que están por comprobar de manera científica, es comer alimentos picantes. Se rumorea que la sudoración no les resulta muy atractiva. No se yo qué decirte..
Mientras más me rasco…
Más placer siento. Verdad verdadera, y esto es debido a que cuando la hembra del mosquito te pica, inyecta una sustancia anti-coagulante y sedante para que llegue la sangre poco a poco a su boca. El picor viaja por las fibras nerviosas más pequeñas hasta el cerebro, el cual «ordena» en un acto reflejo rascar la zona afectada.
Y al rascarnos, estimulamos otras terminaciones nerviosas contiguas a la picadura. Los nuevos impulsos crean «cortocircuitos temporales», que hacen que la sensación de picor se extienda a una zona mayor, para perder intensidad y generar una sensación de alivio.
Cuanto más te rasques, más sensación de alivio sentirás. Nuestro sistema nervioso central libera sustancias analgésicas para atenuar la sensación de dolor al rascarnos. Y aquí es donde entramos en un círculo vicioso sin fin: te rascarás, sentirás placer y se seguirán estimulando las zonas contiguas a la picadura.
Los mosquitos macho no pican.
En contra de lo que podría parecer, los mosquitos no se alimentan de nuestra sangre, lo hacen del néctar de las flores o la fruta. Utilizan nuestra sangre como nutriente para poder producir sus huevos, y ya sabemos que los mosquitos macho no ponen huevos.
Esperamos que este extenso artículo te sea de ayuda, que después de leerlo sepas más de estos (malditos) insectos, de por qué pueden llegar a picarte y de sus consecuencias. Para completar la información y no alargarnos en exceso, te vamos a dejar este enlace. En él vas a encontrar remedios naturales para combatir las consecuencias de su picada. Viene de la mano de nuestra amiga Carolina de la página Mi meta tu salud. Para todo lo demás, como siempre… ¡Nos olemos en Caléndula!