El precio de la Cosmética depende de…

¿Qué precio en cosmética estarías dispuesto a pagar por una crema? Para nosotros dependería del resultado, si es bueno no importa el precio. Pero si no obtienes un buen resultado, sería un timo.
Depende de muchos factores el precio de las cremas, pero lo que nos debería convencer es el resultado. Es verdad que, ante una situación económica complicada, no todos podemos permitirnos utilizar cosméticos de 200 €. De hecho, creo que aunque nos fuera muy, muy, muy bien la cosa, tampoco me gastaría ese dineral (pero eso es un tema más personal).
Nuestra experiencia.
Cuando brotó la idea de Caléndula, teníamos claro que queríamos tratar productos que utilizaríamos nosotros. Y ahí entraban muchos conceptos: que no fueran excesivamente caros; que fuesen marcas nacionales, para que el gasto revirtiera en nuestro entorno; que no fueran grandes marcas o laboratorios; que fuera natural y lo más ecológico posible, para contribuir a un Mundo más sostenible, o que tuvieran resultados óptimos.
La verdad es que éste último punto fue el más difícil, ya que no había tiempo para comprobar los resultados de los productos . Y sobre la propia experiencia, el contacto con los responsables de los laboratorios y nuestro humilde aprendizaje, (sumado a la experiencia de nuestros clientes) hemos ido creando toda la gama de productos que comercializamos actualmente.
No todo han sido aciertos, ha habido algún producto que, sin ser dañino ni malo, lo hemos dejado de traer porque no cumplía algún requisito: contenía parafinas, aceites minerales, o aceite de Palma, y que hemos descubierto una vez leída la etiqueta de ingredientes. Con la cosmética certificada esto no pasa, dejan claramente el INCI a la vista y puedes comprobar el origen de cada ingrediente en su catálogo comercial.
Ha habido otros casos en el que, por ofrecer bonitos lotes para campañas específicas, hemos contactado con comerciales que nos han visitado. No voy a dar nombres de marcas pero, a pesar de remarcarles que era muy importante la procedencia del producto, han hecho largos viajes desde Cantabría, Galicia, Castilla y León para nada. Porque detrás de un bonito envoltorio se escondía la etiqueta de «Importado por **** de R.P.C.» (El Made in China de toda la vida).
Descartamos los extremos.
No sé a vosotros, pero a nosotros no nos ha hecho falta poner una tienda de cosmética para saber que una crema facial no puede valer 3 €. Lo que sí hemos comprobado es que una frasco de cristal con su etiqueta y precinto, una caja de cartón, su papelito en 4 idiomas con las indicaciones, ya se lleva (como mínimo) la mitad de esos 3 €. Entonces el contenido del frasco, el producto ¿cuánto cuesta?
Me cuesta pensar que una crema facial tenga un coste de 1 euro, que contenga principios activos de primera categoría, productos naturales, sin alérgenos, parabenos, con su certificación y trabajo de investigación detrás.
Nosotros a eso le llamamos timo. Y el fraude viene cuando no obtienes los resultados que publicitan, así que descastamos marcas Low Cost no creíbles, por mucho que alguna «celebrity» lo promocione en su Instagram, hablando de los fabulosos resultados. Puede irte bien, pero no significa que cumpla con lo que promete, o que sea beneficioso a largo plazo.
Como ya os contamos en uno de los primeros artículos de este blog, en la Cosmética natural «no todo el campo es orégano» .
Ya hemos descartado el extremo por abajo, ahora os vamos a hablar del extremo por arriba.
Las grandes empresas gastan 250 veces más en marketing que en investigación. Lo que les interesa es que grandes estrellas anuncien sus lociones. Después te hablan de cremas con ADN, células madre, saponina, polvo de oro, caviar, baba de caracol, diamante. Nos están diciendo que si la piel absorve esos «principios activos», vamos a tener un beneficio…
Quieren hacernos creer que realizan investigación de vanguardia. Pero sus estudios no se publican en revistas científicas, ni pasan los mínimos criterios que requiere el método científico. Para ser aprobados, sólo tienen que demostrar que no son perjudiciales para la salud. Un medicamento, además, debería demostrar que funciona. ¿Ves la diferencia?
Compra emocional.
En el extremo alto entran otros condicionantes: «Si lo tengo me lo gasto», «si es más caro, por algo será», «es que lo usa fulanita y mira qué joven está». No entramos en si está bien o mal, ni vamos a criticar a quien lo haga. Pero quieren que caigamos en la Compra emocional:
Un estudio de la Universidad del País Vasco, titulado ¿Compramos cosméticos porque son útiles o porque nos hacen sentir mejor?, señalaba que las razones emocionales pesaban más que los efectos.
El estudio se llevó a cabo con 355 mujeres. ¿Las conclusiones? La sensorialidad de una crema, cómo nos hace sentir, la campaña publicitaria, el mensaje de placer y la modelo del anuncio, son los factores que inducen a la compra. Por encima incluso de los datos de reducción de arrugas. Eso puede explicar la compra de los productos más caros.
Otra opción que nos queda es hacerlo en casa, Cosmética casera. En esta opción, lo que vamos a tener seguro es la procedencia de los ingredientes, porque los vamos a elegir nosotros. También vamos a tener la satisfacción de hacerlo nosotros mismos, pero recuerda que será para uso propio. Si lo comercializas sin más, vas a caer en unos cuantos «delitos». Ante cualquier problema, te pueden reclamar algún tipo de responsabilidad de la que, igual, no puedes responder. Está muy bien que a nivel amateur pruebes fórmulas o productos, pero ten cuidado. Ya sabemos que en internet hay de todo…
Debes tener en cuenta que tampoco es barato. Requiere de un equipamiento que cuesta recopilar. Disponer de básculas y probetas es fácil, pero si entramos en los diferentes componentes, guantes, aceites esenciales, vegetales y todo lo que requiere hacer una simple crema, puede resultar costoso.
Además, si son productos naturales, debes tener en cuenta la fecha de caducidad, el tiempo corre..
Conclusiones.
Nos gustaría que las conclusiones las saquéis vosotros, pero os comentamos las nuestras y a ver si coincidimos.
- Entre una crema de 200€ y una crema de 25€ no hay tanta diferencia.
- Huye de las modas artificiales, lo natural perdura tras siglos de existencia.
- Descarta cremas que, por su precio, puedan ser «sospechosas».
- No gastes más de 50€ en una crema.
- Lee la etiqueta con el INCI o ingredientes.
- Confía en el pequeño comercio y el pequeño laboratorio.
- Apuesta por cosmética certificada, todos saldremos ganando.
- Los experimentos con gaseosa, no con mi piel.
Podéis comentar vuestras propias conclusiones. Esperamos que te sea útil nuestro artículo, que lo compartas si lo deseas. Para todo lo demás…
¡Nos olemos en Caléndula!