Esmalte de uñas sin tóxicos. 
Cada día es más frecuente encontrar un esmalte de uñas sin tóxicos, afortunadamente. Hablamos de un esmalte en el que se evitan los ingredientes más tóxicos para nuestro organismo. Y dependiendo de la cantidad de esos ingredientes que eliminan, viene su nombre: 3 free, 5 free, 7 free, 8 free o 9 free.
Os vamos a explicar, a grandes rasgos, la composición de un esmalte de uñas. ¿Vienes?
¿Puede ser orgánico un esmalte de uñas?
El término orgánico define un producto donde el 85% de sus componentes provienen de ingredientes naturales y de cultivo ecológico. Y un esmalte está compuesto por productos químicos, necesarios para una buena fijación y pigmentación, además de productos naturales.
Así que descartamos ya que un esmalte de uñas pueda ser orgánico como tal. Eso no quiere decir que sea menos agresivo con nuestras uñas. Para ello, cada día más marcas, buscan soluciones para facilitarnos un esmalte de uñas sin tóxicos. Nuestra opción fue la marca francesa Avril.
Esta marca opta por evitar 7 componentes tóxicos de su formulación y alcanza en sus esmaltes más de un 70% de ingredientes de origen natural, aproximadamente. No está nada mal, ¿no crees?
Ingredientes a evitar.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que, por si no lo sabes, la uña es un tejido poroso y está vivo. Se regenera y absorve todo lo que le apliquemos, como nuestra piel o el cabello.
Así que, desde ya, vamos a darle la misma importancia a un esmalte de uñas como la que le damos a un contorno de ojos.
Parabenos: son conservantes sintéticos derivados del petróleo y evitan el crecimiento de bacterias.
Cuando son absorbidos por el cuerpo, entran en el torrente sanguíneo donde se transmiten al cuerpo. Diversos estudios han determinado que interfieren en la función hormonal, es decir, imitan el funcionamiento del estrógeno y perturban la salud del cuerpo.
Todos los componentes que terminan con el «parabeno» son derivados: metilparabeno, butilparabeno, propilparabeno..
Ftalatos: derivados del alquitrán, los suelen «esconder» bajo la etiqueta de perfume o fragancia. Esto es posible porque se utilizan para dar sabor o aroma a los productos.
Como los parabenos, interfieren en la función hormonal de nuestro organismo y su nombre no los verás en la lista de ingredientes.
Formaldheídos: es un conservante antimicrobiano muy volátil, esto quiere decir que lo inhalaremos.
Es cancerígeno y en ocasiones se sustituye por parabenos, que tampoco es que sea muy buena solución.
Tolueno: disolvente que ayuda a que la aplicación del esmalte sea más fácil. No es cancerígeno pero no deja de ser una neurotoxina muy peligrosa cuando se inhala.
Xileno: otro tipo de disolvente, como el tolueno, con la misma función y los mismos riesgos: por inhalación y por contacto.
Colofonia: es un residuo sólido (resina) obtenido de la destilación de la trementina en árboles coníferos, especialmente pinos. Aporta poder adherente al esmalte y contiene un alto potencial alergénico.
Alcanfor: es un ingrediente muy utilizado y conocido por nuestras madres y abuelas. Pero interviene también como disruptor endocrino. Se evita por los mismos motivos que los parebenos o los flatatos.
El fosfato de trifenilo (TPHP) y el Ethyl Tosylamide cerrarían el círculo de un esmalte 9 free. El primero sería otro ingrediente que intervendría negativamente en el sistema endocrino. El segundo se utiliza como secante.
Os hemos puesto mal cuerpo con tanto tóxico. Es normal porque estamos rodeados de ellos, y nuestra misión es ofreceros productos que contengan los mínimos posibles. Evitarlos todos es complicado, pero cada día menos.
Aplicación del esmalte de uñas.
Para dejaros mejor sabor de boca os dejamos el paso a paso de, lo que creemos que es, la mejor manera de aplicar el esmalte de uñas.
Prepara la uña: puedes realizar una exfoliación, limarlas, retirar cutículas o empujarlas con el palito de naranjo que os regalamos con vuestras compras.
Top Coat: aplica una buena base antes del esmalte. Es la que nos va a hacer de barrera a todos los pigmentos, impidiendo coloraciones no deseadas. Debería aportar nutrientes que eviten la descamación.
Esmalte: desde la cutícula al filo de la uña, con pulso firme y no demasiados trazos. Para un color más intenso, si lo crees necesario, aplica dos capas de un esmalte de uñas sin tóxicos.
Sellado: para acabar con tu obra maestra deberás darle otra capa de top coat. Aportará la dosis de barniz, brillo y duración para un acabado final de auténtico profesional.
Si tienes las uñas quebradizas, el endurecedor de Avril será tu gran aliado. Dos aplicaciones semanales y en un mes tendrás unas uñas fuertes y bonitas. Lo tienes transparente y en color nude.
Gracias por la atención. Si quieres dejar un comentario, ¡adelante!. Y para todo lo demás…
¡Nos olemos en Caléndula!