Estas Fiestas serán felices porque yo lo valgo

Estas Fiestas serán felices porque yo lo valgo.

Dicen que si repites algo 3 veces delante de un espejo se cumple, perdimos la cuenta ya pero por si las moscas.. Estas Fiestas serán felices porque yo lo valgo.

No hay que poner en precedente a nadie de cómo está la situación económica actual, dependiendo del color con que lo mires somos el tren de Europa o vamos en clase turista. No vamos a entrar en eso porque es uno de los temas que debemos evitar en estas fechas, para una mejor digestión. Vamos a encontrarle razones por las que estas Fiestas serán felices.

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Son fechas de compras y despilfarros en comidas, regalos caros, celebraciones, resacones, ¡a lo grande! Pero también son fechas de administrar, de ir con ojo y cuando miramos el saldo.. de evitar todo lo que hemos leído en la línea de arriba. Pero puede haber algo intermedio, con mesura (que es ese estado de ánimo que aparca el lado visceral y agarra la calculadora con las dos manos).

Nos hemos pasado todo el año sufriendo, luchando por llegar a final de mes, por encontrar trabajo, intentando sobrevivir con lo poco que tenemos. Pues es la hora de celebrarlo, de darnos un homenaje, aunque sea con unas patatitas bravas, un poco de paté y 4 gambas (si son gambones coged sólo 1).

A lo peor hemos pasado por 2 EREs, igual un despido ó 6 si han sido de estos contratos de ahora de 1 día. Los de la generación de Barrio Sésamo les vendrá a la cabeza nuestro queridísimo Coco y sus sabias enseñanzas, si es que lo estoy oyendo repetir «Hola, soy  Coco y hoy os voy a enseñar lo que es arriba y abajo…ahora estoy arriba (firmo contrato) mañana estoy abajo (firmo despido)», pues eso.

La Felicidad es como la fórmula del refresco de cola (en Asturias no podemos nombrarlo), muy pocos la saben, pero debe ser algo así como disfrutar de lo que tienes, porque si te preocupas de lo que no tienes nunca serás feliz, vivirás con amargura o en un estado de envidia permanente. Siempre hay que aspirar a algo más, pero sin olvidarnos de exprimir al máximo lo conseguido.

Acordaros de la fábula de aquel que caminaba triste porque sólo tenía altramuces (Lupinus albus, como anotación cultural, que a Google le gusta) para comer y cuando se dió la vuelta había otro que se comía la cáscara que él iba tirando. Sin caer en el «mal de muchos..»  siempre podría ser peor. Vamos a mirar a nuestro alrededor y alegrarnos de lo que tenemos, no tiene por qué ser material, los regalos más bonitos son gratis: un beso, un abrazo, una mirada, cogerte la mano, hacerle compañía a alguien. Y si hay niños las Navidades vuelven a tomar vida.

Añoraremos a los que estén lejos y recordaremos con cariño a los que no estarán más. ¡Miento! estarán siempre, y por eso recordaremos los buenos momentos, sin temor a soltar una lágrima. Al final veréis como se nos escapa una sonrisa.

Nos estamos alargando en esta rara felicitación, porque es rara de narices… Nosotros que íbamos a hacer la bonita y cursi felicitación de todos los años, con sus bolas, sus campanillas, el Jouu, Jouu, Jouuu. Después de lo que hemos pasado y lo que estamos pasando, no nos va a amargar la Navidad nadie, vamos a disfrutar de estos 4 días y «que nos quiten lo bailao».

Repetid conmigo: Estas Fiestas serán felices porque yo lo valgo. Pues ya está, Alea iacta est o la suerte está echada, como queráis. Pero si está echada, dadle unos golpecitos para que espabile, que no está la cosa como para estar tumbada, con la de gente que está esperando esa suerte…

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Disfrutad lo que podáis, que paséis una Feliz Navidad y un Próspero Año repleto de salud.

Y para todo lo demás ya sabéis….¡Nos olemos en Caléndula!

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