¿Qué es el Greenwashing?
El Greenwashing es como esa bomba de humo que tiran los luchadores ninja para despistar. ¿A que lo has entendido? La traducción literal sería algo así como «lavado verde». Es un recurso que utilizan grandes marcas, en este caso os hablaremos de marcas cosméticas, para hacer una lavado de cara a sus productos y convertirlos en naturales, respetuosos con la naturaleza.
Para ello utilizan el poder del marketing y la imagen: lo primero que hacen es destacar que llevan productos naturales. No es difícil, porque el agua ya es un producto natural. Lo envuelven todo con una presentación muy natural, con cascadas, bosques de bambú, campos de flores silvestres, limones salvajes. Vemos sus productos expuestos en cestas de mimbre, con ramos de lavanda atados con cuerda de cáñamo y te lo dan en una bolsita de papel craft.
Y te vas encantada a casa, con tu paquetito que crees que es eco, bio y has salvado a dos gorilas de morir por deforestación y falta de alimentos. Sin querer frivolizar en este tema, ya te decimos que es una falsa percepción.
Destacan los principios activos, que pueden ser naturales, incluso de cultivo ecológico. Pero utilizan aceites minerales e ingredientes sintéticos y baratos. Y no te hablamos de marcas desconocidas, te estamos hablando de The Body Shop, L’Occitane, Yves Rocher, Clarins, Lush o Darphin.
Algunas de ellas tienen aceites 100% naturales y productos con una alta concentración de ingredientes naturales. Pero también productos sintéticos que tiran por la borda todo el trabajo hecho anteriormente, a nuestro parecer.
Eco, Bio, Natural, vaya lío..
Como ya os contamos hace tiempo, no todo el campo es orégano. No hay regulación específica ni regulada para establecer parámetros que obliguen a las empresas unos mínimos o unos máximos. Ciertas marcas de cosmética natural se permiten el no poner la lista de ingredientes o INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos) en sus páginas web. Se limitan, y nos conformamos, en poner los principios activos de una crema facial, pero esconden los ingredientes sintéticos, los parabenos o los aceites minerales.
Esto lo cura los sellos de certificación. Estas empresas certificadoras son las que velan porque lo que indica el laboratorio lo cumpla. Hay muchos sellos, uno por cada país prácticamente, y de diferentes niveles de exigencia.
Bioinspecta Vida sana.
El más conocido por nuestro país y tiene 3 categorias:
- “Natural”: como mínimo el 95% de los ingredientes han de ser naturales. Se permite un 5% de productos no naturales similares a los naturales o sintéticos siempre que estos sean imprescindibles para la formulación.
- “Natural con % de ingredientes ecológicos”: igual que el natural pero con algún ingrediente ecológico.
- “Ecológico”: como mínimo el 95% de los ingredientes certificables son ecológicos.
Natrue.
Asociación sin ánimo de lucro con sede en Bruselas. También distingue diferentes niveles:
- “Natural”: como mínimo el 95% de los ingredientes han de ser naturales.
- “Natural con % de ingredientes ecológicos”: como mínimo el 70% de los ingredientes han de ser ecológicos. Como mínimo el 15% han de ser vegetales o animales. Como máximo un 15% pueden ser sustancias procedentes de la transformación de materias primas naturales.
- “Ecológico”: como mínimo el 95% de los ingredientes certificables han de ser ecológicos. Como mínimo el 20% han de ser ingredientes de origen vegetal. Como máximo un 15% pueden ser sustancias procedentes de la transformación de materias primas naturales.
BDIH.
El certificado BDIH asegura que no se han utilizado materias primas sintéticas o nocivas para nuestra piel durante todo el proceso de fabricación del producto. Que no han sido testados en animales y que han pasado en todo momento estrictos controles de calidad por parte de un organismo independiente.
- El uso de ingredientes vegetales siempre que sea posible, con origen silvestre o de cultivo ecológico.
- No se permiten perfumes sintéticos, colorantes sintéticos, derivados del petróleo, siliconas ni ingredientes etoxilados o parafinas.
- Se evitan ingredientes modificados genéticamente.
- No se permite el tratamiento radiactivo para esterilizar ingredientes naturales o productos cosméticos finales.
- La producción ha de respetar el medio ambiente y colaborar con el comercio justo.
- El 60% de los productos de la misma marca han de cumplir los estándares BDIH.
ECOCERT.
Un producto certificado orgánico por Ecocert no contiene OGM, parabenos, fenoxietanol, nanopartículas, silicona, PEG, perfumes y tintes sintéticos. Los ingredientes de los animales también están prohibidos (excepto aquellos producidos por ellos naturalmente, como la miel, la leche …). Además, la etiqueta de Cosméticos Orgánicos de Ecocert garantiza que:
– 95% o más de los ingredientes totales son naturales o de origen natural.
– El 95% de los ingredientes vegetales mínimos de la fórmula provienen de la agricultura ecológica.
– 10% mínimo de ingredientes totales son de agricultura ecológica
Finalmente, de acuerdo con la legislación europea, no realizamos ninguna prueba en animales, ya sean materias primas o productos terminados.
COSMOS.
En 2002 se intentó crear una normativa que armonizase todas las normas existentes en Europa y que sirviera como base para una legislación que protegiera el término de cosmética econatural y sirviera para solucionar este caos actual de sellos.
En los inicios se encontraban 5 sellos europeos: Soil Association, BDIH, Cosmebio, ICEA y ECOCERT. Aún quedan cabos por atar a día de hoy
Esta normativa tiene dos categorías:
- “Natural”: como mínimo el 95% de los ingredientes han de ser naturales. Aparece el logo de la certificadora y debajo pone COSMOS NATURAL.
- “Ecológico”: el 95% de los ingredientes certificables han de ser ecológicos. Como mínimo el 20% del total del producto ha de ser ecológico. Aparece el logo de la certificadora y abajo parece COSMOS ORGANIC.
Y si está mal, se cambia.
Aquí entonamos el mea culpa. Cuando comenzamos nuestra aventura, éramos (y seguimos siendo, pero menos) unos desconocedores de toda esta normativa. Debemos reconocer que, desde el año 2013 que arrancamos, ha habido un boom tremendo al que hemos intentado incorporarnos como mejor sabemos.
Aún tenemos entre nosotros productos que, siendo de cosmética natural, no son todo lo respetuosos que nosotros quisiéramos, sin querer engañarnos con el greewashing. No hay que decir que todos los proveedores con los que trabajamos lo son con el medio ambiente y están libres de crueldad animal. Pero si hacemos referencia a algunos ingredientes, se pueden mejorar. Y lo estamos haciendo.
Nos libramos del aceite de palma en nuestros jabones gracias a IgoneNatural. Y nos gustó tanto que abrimos el abanico de productos a ofrecer, algunos muy novedosos como el Ungüento de las 7 Hierbas o el Scrub facial de carbón activado.
La primera marca certificada que entró en Caléndula fue Natural Carol. Su contorno, sus protectores labiales y las cremas faciales son una de nuestras joyas, desde hace 5 años.
la aromaterapia era una asignatura pendiente y queríamos traer buena calidad, que supiéramos su procedencia y su manera de trabajar. La empresa granadina Labiatae llegó hace 2 años para quedarse y no podemos estar más contentos, de sus resultados y de la satisfacción de nuestros clientes.
Con Laboratorios SyS hemos ido evolucionando. Fue el pionero, cosmética natural con buenos resultados y mejor precio. Es verdad que bueno, bonito y barato no siempre es factible. Y es por eso que hemos ido sustituyendo productos por estas marcas que os hemos ido citando.
El siguiente paso va a ser sustituir sus champús por otros que no contengan SLE o SLS. Y le seguirán las cremas corporales y de manos. Os lo debemos.
De Avril estáis viendo muchas cosas, y más que quedan por llegar. Todo certificado y lo más ecológico posible. De ahí que utilice diferentes sellos certificadores. No todo puede ser 100% natural o ecológico (como los esmaltes de uñas), pero pueden ser lo más «free» posible de derivados tóxicos. Los de Avril son 7-free, los hay mejores, pero también los hay mucho peores.
La importancia del #dalelavuelta a la etiqueta.
Es muy importante saber leer los INCI para darnos cuenta si nos la cuelan o no. Esos productos naturales, esos principios activos milagrosos, esas propiedades de las bio moléculas (por decir algo despampanante) lo que están escondiendo son productos químicos de síntesis, parabenos, siliconas. Están enmascarando organismos genéticamente modificados (OGM), aceites de procedencia mineral (petróleo).
Adoptan el nombre de algún extracto de una planta natural, cuyo porcentaje es menor del 0,1%, que va situado justo antes que algún parabeno en el INCI. Porque tampoco están obligados a indicar el porcentaje, tan solo que lo lleva. Y todos sabéis que no es lo mismo una crema de manos de aloe vera que una crema de manos con aloe vera.
Leed los ingredientes. Y si no sabéis diferenciarlos, preguntad. Sin caer en fanatismos, pero lo importante es saber lo que te llevas a casa. Hemos visto productos que llevan en el nombre «de almendras dulces» que no lleva ni el aroma a almendras dulces, pero lo ponen, tú lo lees y te lo llevas a casa orgullosa de llevar algo natural…
Y ya os avisamos..
Como hemos hecho hasta ahora, van a venir nuevos productos para sustituir otros que funcionan, que son muy demandados y de los que tenemos clientes fieles desde el principio. Pero debemos seguir evolucionando hacia productos mejores, más seguros y más respetuosos con nosotros mismos.
Por el camino se perderán clientes, o no, pero es nuestra obligación. En algunos casos serán más caros, en otros habrá menos cantidad. Pero la calidad y la satisfacción del trabajo bien hecho tiene esos riesgos. Quien se quede por el camino tiene todo nuestro respeto. Pero nos acordamos de Chambao en aquella bonita canción:
En el cambio está la Evolución.
¡Gracias!